Mi Comuna Dos Periódico Comunitario
La inconformidad por la obra inconclusa se ha convertido en una preocupación constante por parte de líderes y vecinos: los factores de riesgo para la integridad física de los transeúntes, la disposición incorrecta de residuos sólidos y la proliferación de insectos por estancamiento de aguas lluvias, saltan a la vista y según el Edil Giovanni Estrada, hoy no hay un recurso asegurado para decir con certeza que el Centro Intergeneracional se pueda construir.
La maleza y los estragos del invierno están devorando el terreno en donde hace más de una década se impulsó la construcción del Centro Intergeneracional para la Comuna 2 Santa Cruz. Esta obra, que tantas luchas ha generado en la comuna, se está convirtiendo en un foco de riesgo constante para quien por allí transita, y está dejando de beneficiar a cientos de personas que durante muchos años están demandando espacios dignos de participación, recreación y aprendizaje.
A pesar de las reuniones celebradas entre líderes comunitarios y funcionarios de la administración municipal en meses pasados, la obra no parece ir al mismo ritmo que las promesas y pronunciamientos de los que han sido responsables de ella.
El 21 de septiembre pasado, Juan Pablo Ramírez, el que fue Secretario de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos -dependencia responsable de este proyecto de ciudad- hoy Secretario de Gobierno, calificó desde su cuenta personal de Twitter como “buenas noticias para los habitantes de la Comuna 2” la reunión que celebró dicha Secretaría con la directora del Departamento de Prosperidad Social, dio como resultado, según afirma en el mismo trino, “revivir el proyecto de construcción del centro intergeneracional”.
Desde entonces no se conocen nuevas noticias por parte de la Secretaría responsable, al momento de escribir este artículo, no se logró obtener respuesta por parte de ningún vocero o encargado de este proyecto en dicha cartera o en la Secretaría de Infraestructura.
Por su parte, Sergio Zuluaga, de comunicaciones de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), afirma que a la empresa se le contrató para un alcance inicial, unas obras preliminares que básicamente fueron los muros de contención, y luego de ese primer alcance no se siguió inyectando el recurso para continuar con el equipamiento.
Según datos suministrados por el funcionario las acciones de inversión ejecutadas por la EDU fueron: estabilización del talud existente con anclajes con la construcción de cuatro pilas como soporte, la construcción de sistema de captación, conducción y descarga de aguas de escorrentía, drenadas y subdrenadas provenientes del talud, construcción de un muro sobre pilas al borde de la carrera 48 (lo que fue necesario para la estabilización del lote). Estas actividades adelantadas tuvieron un costo de 1.542.568.747 millones de pesos.
Los líderes y vecinos piden intervención urgente
Desde sus redes sociales, la líder Zulema Zuleta, quien se ha puesto en frente de este proyecto por años, afirma que la vida de muchas personas está en peligro y que la responsabilidad de lo que pueda llegar a ocurrir es del alcalde Daniel Quintero y la EDU. Mi Comuna 2 quiso conocer cuál fue su impresión de la última reunión de la Comisión Accidental del Concejo de Medellín respecto del Centro Intergeneracional, llevado a cabo el pasado viernes 7 de octubre, pero tampoco halló respuesta al cierre de esta edición.
“El elefante blanco de Medellín lo tenemos en la comuna 2 Santa Cruz, con presunto detrimento patrimonial” asegura Zapata desde sus redes sociales. Y no es para menos, pues el sueño de tener el Centro de Integración Intergeneracional en la Comuna inició desde antes del 2002 cuando líderes del barrio Moscú N. 1 comenzaron a buscar espacios para poder convocar a la comunidad con menos posibilidad de acceder a espacios de participación.
Finalmente, el lote fue adquirido con recursos públicos del Programa Planeación Local y Presupuesto Participativo priorizados en la Comuna 2. Este proyecto inició en la Secretaría de Cultura Ciudadana, después pasó a la de Participación Ciudadana y luego, por iniciativa de algunos líderes del sector, a la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos.
Desde que asumió la administración Aníbal Gaviria en el año 2012 hasta la actual administración de Quintero Calle, lo único visible han sido los enormes esfuerzos de los líderes del barrio para buscar avanzar en lo prometido, pero todos esos esfuerzos no han producido frutos, y en cambio, lo único seguro es que la construcción del Centro intergeneracional seguirá en pausa por tiempo indefinido.
Para Jorge Iván Restrepo, vecino de la obra, está claro que a pesar de las promesas de esta administración- que daba por hecho la culminación de este espacio de infraestructura-, por ahora les tocará seguir padeciendo que incluso ya no esté protegida por vallas: “No sé cuándo quitaron las vallas de cierre de la obra, eso nos tiene muy preocupados porque ya se está metiendo gente ahí, a tirar basuras y a consumir droga. Y además se puede ver que no hay vía para que la gente circule, dañaron la vía, no hay por donde caminar por ahí de manera segura”. Lo anterior lo confirma Margarita Céspedes, quien también padece el paso del tiempo y los ires y venires del proyecto social: “Nuestra preocupación es que esto se convierta en un basurero, para allá vamos. Fui testigo de un señor que se cayó a ese pozo que hay de agua estancada. Es cierto que se convirtió en un foco de muchos peligros para nosotros, incluso de enfermedades por la proliferación de insectos debido al estancamiento del agua”.
Para el Edil Giovanny Estrada, a pesar de que la comisión accidental se reunió hace aproximadamente un mes, lo que sí hay certeza es que al día de hoy no hay recurso asignado para la construcción del Centro “La Comisión accidental sigue, la ilusión por cristalizar este proyecto sigue, pero a este proyecto que durante tantos años ha hecho parte del imaginario de la comuna, habrá que darle continuidad en el próximo plan de desarrollo municipal o a través de la figura de regalías, pero plata para esto no hay hoy”, concluye Estrada.
Por Catalina Vélez Velasco
