Son y Sol nació, aproximadamente, hace 10 años cuando Wilmar y Sebastián se conocieron en las calles del centro de Medellín, empezaron a compartir experiencias y a hacer música desinteresadamente. Enamorados del Son cubano, el folclor colombiano, clásicos de la música latinoamericana, del pacífico y el caribe, decidieron empezar a compartir su música en diferentes espacios y lugares.
Sebastián recuerda la anécdota que dio origen al nombre de su grupo “nos fuimos de mochileros hacia Bogotá y después al Caribe Colombiano, valiéndonos solamente de instrumentos musicales. Visitamos varios pueblos de todo el Caribe y terminamos en Taganga Magdalena, un pueblo en donde vivían viejos amigos y conocidos. Allá hay un lugar que se llama Playa Grande, donde la gente normalmente va a almorzar y el agua es muy cristalina. Para llegar, hay que cruzar una montaña que separa Playa Blanca de Playa Grande y la gente paga lanchas para ir, pero nosotros, para poder trabajar, no pagábamos sino que caminábamos, era muy largo y a todo el sol entonces tocaba pasar: a son y sol”.

Actualmente, o por lo menos antes de la contingencia por el Covid-19, Son y Sol desarrolla su actividad musical en distintos bares, restaurantes y eventos de ciudad. Debido a su amplio y diverso repertorio, es fácil encontrarlos en cualquier tipo de espacio, en un plan familiar en la tarde, una cena elegante, o una rumba completa.
Algunas influencias de Son y Sol: Buena vista Social Club, la Sonora matancera, Kelvis Ochoa, Silvio Rodriguez, Pablo Milanes, Herencia de Timbiquí, Toto La Momposina, Joe Arroyo, Cultura Profética entre muchos otros.
Mi Comuna Dos Periódico Comunitario