LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN y EL ACCESO A LA INFORMACIÓN son pieza fundamental de una DEMOCRACIA. La primera permite que la ciudadanía comparta y debata sus ideas; lo segundo, el acceso a la información, posibilita la formación de argumentos, la exigencia de nuestros DERECHOS y la fiscalización de los gobernantes y funcionarios públicos.
El periodismo y los medios de comunicación son pieza fundamental para hacer realizable este mandato constitucional y pese a que supuestamente Colombia es la democracia más sólida de Latinoamérica y constantemente tenemos los ojos puestos en Venezuela por su situación actual, son lamentables las frecuentes agresiones a periodistas y canales informativos, o peor aún, la CENSURA, como el caso de Santiago Rivas, presentador del programa Los puros criollos de Señal Colombia, sacado del aire por su posición personal sobre la Ley TIC que el gobierno actual cursaba en el Congreso de la República.
Hay censura al privarnos de expresar nuestras opiniones y cuando no tenemos canales y medios para difundirlos. Los MEDIOS PÚBLICOS, tales como Telemedellín, Teleantioquia o los nacionales como Señal Colombia y Canal Institucional pertenecen a la ciudadanía, el gobierno solo es el administrador y debe garantizar que los contenidos sean CULTURALES E INDEPENDIENTES. Utilizarlos como plataforma de propaganda de individuos y sus aspiraciones políticas futuras va en contravía de nuestra Constitución y así, de nuestra democracia.
En cuanto al ejercicio periodístico, la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP ha recolectado datos de casos de agresiones por medio del Mapa de violaciones a la libertad de prensa, los cuales dejan un panorama algo desalentador si reconocemos la importancia de la prensa y medios de comunicación para mantenernos informados y así tomar posturas frente a la realidad: