Con megáfono en mano y una carreta en la que van depositando los aportes que las familias del barrio entregan en sus manos, Sergio Álvarez, Félix Henao, Juan Jaramillo y un grupo de amigos más están recorriendo las calles del barrio La Francia, con el propósito de recoger productos de la canasta familiar con los que al final de la tarde arman mercados y se los entregan a las familias que necesitan alimentos para su día a día, en una estrategia que ellos han llamado “La Mesa Comunitaria”.
“Por lo que está sucediendo, por la pandemia hay mucha gente que está sufriendo y aguantando mucha hambre. Nosotros quisimos ponernos la camiseta y salir a trabajar, aun así, arriesgando nuestra salud”. Declara Félix, quien agrega que ellos como grupo de amigos llevan mucho tiempo haciendo obras sociales, sin depender del gobierno o la Junta de Acción Comunal.
De acuerdo con lo que narra Sergio, o “Checho” como es conocido en el barrio, durante la cuarentena llevan varios días realizando esta acción, con el único interés de ayudar a las familias, principalmente a las que tienen niñas, niños y adultos mayores y les queda más difícil conseguir alimentos. “Invitamos a la gente que sea consciente de solicitar si verdaderamente lo necesitan. Nosotros ya tenemos unos sectores que sabemos que las familias verdaderamente lo necesitan, y también hablamos con líderes que tienen sectores identificados y allá vamos a llevarles la ayuda”. Afirma Checho.
“Siempre hemos dicho que no es simplemente un mercado sino que estamos llevando felicidad a esas familias que no tiene un desayuno, un almuerzo, una comidita”. Comenta “Checho”.
La iniciativa de estos amigos de La Francia ha llamado la atención de sus vecinos que al paso de la carreta y al escuchar el llamado del megáfono salen a sus puertas y balcones a mirar lo que está sucediendo, y en la mayoría de los casos a entregar sus aportes. Les invitamos a leer la narración que hace Checho, con sus propias palabras, de cómo nació la iniciativa y cuáles son los logros que han obtenido hasta el momento:
A raíz del llamado de la comunidad y al vernos incapaces a salir debido al riesgo de contagiarnos tomé la decisión de desarrollar la “mesa comunitaria” e invite a mi gran amigo Félix Henao. Cogimos una mesa que tome de mi casa, la saqué afuera de mi casa, le coloqué unos mensajes de aliento y de apoyo a las familias más necesitadas e hice la invitación a todos los vecinos, amigos y familia para que apoyarán esta propuesta.
La idea era llegar a tocar los corazones de cada uno, lo cual dio muy buen resultado. Comenzamos colaborándole a 10 familias, le tomé fotos a la mesa y comencé a reenviar por whatsapp a todos mis amigos y familia, y se generó una reacción inmediata de algunos que comenzaron a apoyar la idea; una de ellas fue una gran amiga Deisy Arias, que hizo la gestión de hablar y llamar por whatsapp a todos sus amigos, habló con varios amigos comerciantes, como el señor “Solin” y el señor Fredy, de la legumbrería, entre otros comerciantes de la zona, generando un apoyo total.
Mi gran amigo Félix Henao y yo tomamos otra idea, la de crear una carreta comunitaria e ir por cada sector y cuadra de nuestro barrio. En ese momento pasaba un trabajador independiente, un vendedor de uvas chilenas, aprovechamos que llegó en el momento oportuno y comencé a hacer el perifoneo y le ayudamos a vender las pocas uvas que llevaba, las vendimos todas en la misma cuadra, le pedimos el favor a todos los vecinos de comprar. Al ver ese apoyo le pedimos el favor al vendedor de uvas de prestarnos la carreta, él dijo que sí; en forma de agradecimiento nos acompañó varias cuadras. El resultado fue inmenso, el apoyo de la comunidad y de algunos comerciantes fue total e increíble el amor, el cariño y la solidaridad de todos, nos dio una sensación de orgullo y de más amor por nuestro barrio La Francia y por nuestro trabajo social.
El sábado santo volvimos a salir y esta vez éramos Félix, otro gran amigo Juan Jaramillo (Chespy) y yo (Checho). Conseguimos otra carreta que nos facilitó un vecino de la cuadra 46ª, con la que él trabaja con muebles, conseguimos un megáfono, luego cogimos otro sector de nuestro barrio, la parte de la carrera 48A hasta la carrera 46 con la calle 111. Pasamos invitando de nuevo a toda la comunidad; el resultado fue increíble, el apoyo de algunos comerciantes y de la comunidad fue total, hasta una familia nos regaló un bulto de papas, otro señor nos dio un bulto de repollo y así sucesivamente nos fueron apoyando.
Nosotros en nuestro recorrido por la carrera 46 fuimos colaborándole a varias familias, entre abuelos y niños. Después comenzamos de nuevo nuestro recorrido hasta llegar a la cuadra 49c, la cuadra de la escuela Gerardo David, donde terminó nuestro recorrido, debido ya al cansancio que teníamos, pero era un cansancio de satisfacción, de amor y de un orgullo inmenso de pertenecer a un gran barrio lleno de amor por los demás, como es nuestro barrio La Francia.
Quiero aprovechar este espacio para decirles gracias, mil gracias por todo su apoyo, solidaridad y amor a todos mis amigo, familia y comerciantes como el señor “Solin”, el señor Fredy, de la legumbrería, entre otros. A toda la comunidad de La Francia que Dios los bendiga y les multiplique en vida, salud y prosperidad todo lo que hicimos e hicieron por todos nuestros hermanos de La Francia, ya que no sólo dimos unos minimercados si no que llevamos felicidad a cada uno de sus casas y hogares. Dios los bendiga. 🙏🙏👍
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