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Fotografía área de intervención parques del Río Norte | Cortesía EDU

Espacio público o vivienda, el dilema con los proyectos del norte

Cuáles son y qué impacto podrían tener los proyectos Carabobo Norte y Parques del Río Norte para habitantes de la zona nororiental; el dilema… ¿Espacio público o vivienda?

Hace más de 50 años se han proyectado obras que conecten la Vía Regional con la salida de Medellín hacia los municipios del norte del área metropolitana y las vías nacionales, que además conectan con el Magdalena medio, la costa atlántica y Bogotá. La Regional solo llega hasta el punto conocido como “la curva del diablo” a la altura de Moravia, desde ahí, hacia el norte esta vía principal toma un desvío a la carrera 52, Carabobo, convirtiéndose en un cuello de botella para la movilidad vehicular.

Cuando hacemos reportería en la zona para consultar sobre los impactos de estas obras las personas se muestran escépticas ante la construcción de algún proyecto, debido a que por años la constante ha sido socializaciones, estudios, diseños y no se materializa ninguno.

La actual Alcaldía también incluyó en su planificación intervenciones urbanísticas como el proyecto Carabobo Norte, que incluye la construcción, renovación y recuperación del espacio público y movilidad que va desde el Jardín Botánico hasta el Puente de la Madre Laura. Además, en el Plan de Desarrollo – Medellín Futuro 2020 – 2023 aparece Parques del Norte como proyecto estratégico. Esta obra propone la construcción de 300.000 metros cuadrados de espacio público situado en “el polígono comprendido entre el río Medellín, la carrera Carabobo, la quebrada La Seca y el puente de la Madre Laura”.

En la zona nororiental y especialmente en la Comuna 2, el déficit de espacio público es dramático, solo se cuenta con 1,5 metros cuadrados por habitante por lo que le viene bien a la comuna y a la ciudad la construcción de equipamientos que mejoren los espacios verdes y de encuentro ciudadano.

Un dilema… ¿Espacio público o vivienda?

La ampliación del espacio público requiere necesariamente modificar la configuración actual de nuestros barrios los cuales fueron construidos a partir de convites, empanadas y precariedad, buscando solucionar las necesidades de vivienda de los primeros habitantes, quienes en su mayoría llegaron del campo a la ciudad por desplazamiento forzado o en busca de mejores oportunidades de vida.

La Organización Mundial de la Salud – OMS, recomienda entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio público. Medellín actualmente cuenta con 3,7 metros cuadrados de espacio público por habitante, muy por debajo de la cifra sugerida por la OMS y alejado de la meta estimada para el 2022 en el Plan de Ordenamiento Territorial – POT que es de 7 metros cuadrados por habitante.

La vivienda, ese patrimonio construido a pulso por los habitantes de las laderas de Medellín se ve amenazada cada vez que la administración municipal planea una obra pública en nuestros barrios, generalmente estos proyectos no incluyen soluciones de vivienda digna que respeten nuestras construcciones sociales y culturales, las relaciones vecinales y actividades económicas para la subsistencia.

Medellín cuenta con experiencias muy cuestionadas en el tratamiento que se le dio a la vivienda en otros proyectos, como la construcción de la biblioteca España, el Tranvía de Ayacucho, el Museo Casa de la Memoria y el Macroproyecto de Intervención Integral para Moravia, donde se acertó en la construcción del Centro de Desarrollo Cultural y se recuperó el sector de El Morro, antiguo basurero de la ciudad, pero las personas allí asentadas fueron reubicadas al Plan Parcial Pajarito, una solución habitacional de interés social y prioritario ubicada en el Corregimiento de San Cristóbal, que aunque garantizó el acceso a la vivienda para los desalojados del morro, no tuvo en cuenta sus construcciones sociales, culturales y actividades económicas.

Por otro lado, algunas intervenciones, como el Proyecto Urbano Integral Nororiental PUI-NOR, incluyó la construcción de viviendas, espacios públicos, el Metrocable línea K desde Acevedo hasta Santo Domingo propició la reubicación en sitio de quienes habitaban zonas de alto riesgo al bordo de las quebradas Juan Bobo y La Herrera y aunque tiene sus cuestionamientos, es una muestra del tratamiento que se le puede dar a la vivienda en estos proyectos.
Ampliación de Carabobo y Parque del Río Norte.

Bajo el argumento de recuperar el espacio público y movilidad para la ciudad, la Secretaría de Infraestructura Física de Medellín, el 12 de abril de 2021 firmó un convenio interadministrativo con la Empresa de Desarrollo Urbano -EDU- que tiene por objeto construir, renovar y recuperar el espacio público del norte de la ciudad. Además deberá ejecutar las obras de Carabobo Norte y adquirir los predios para los futuros tramos hasta los límites con el Municipio de Bello, dejar los diseños, la compra de predios comprendidos entre la franja del Río, la avenida Carabobo, la quebrada La Francia y la calle 100 y finalmente la construcción de 25.000 metros cuadrados del Parque del Norte que se espera inicien en el enero de 2023, el contrato deberá finalizar el 7 de septiembre de 2023.

Fotografía área de intervención parques del Río Norte | Cortesía EDU

¿Y proyectos de vivienda?

Los proyectos priorizados hasta ahora no contemplan proyectos de solución de vivienda para las comunidades. La Alcaldía de Medellín y la EDU han reiterado en varias oportunidades que para la realización de estos proyectos se está implementando la Política Pública de Protección a Moradores, que, aunque es una garantía para la exigibilidad de los derechos, aún es insuficiente para garantizar el derecho a la vivienda digna, en algunos casos, el valor comercial o catastral de la vivienda no alcanza para comprar una propiedad en otro sector de la ciudad.

Desde Mi Comuna 2 hacemos un llamado a la Alcaldía de Medellín para que en los futuros tramos del proyecto Parque del Río, donde se ven comprometidas casi en su totalidad las comunidades de los sectores Las Vegas y El Sinaí, se establezcan mesas de diálogo para concertar las soluciones pertinentes para solucionar la vivienda y vida digna de sus habitantes.

Cualquier proceso de reubicación tiene impactos en los moradores, ruptura en la red de relaciones vecinales, afectaciones económicas y nostalgias por dejar atrás lo que se construyó con sacrificio, por esa razón, el papel de la administración municipal es reducir a cero el impacto que genera el desarraigo, donde se garantice la vivienda digna, el espacio público, mejorando los barrios y no desapareciéndolos. Si se realizan las intervenciones de forma integral y concertada, el dilema y escoger entre el espacio público y donde vivir no tendría que existir, eso se llama derecho a la ciudad. 

Por Henrry Valencia Rojas
Fotos aéreas del área de intervención del Parque del Río. Facilitadas por comunicaciones de la EDU.

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