Mi Comuna Dos Periódico Comunitario
La cultura es el “Cuarto Pilar del Desarrollo Sostenible”, considerada así por la Organización Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), de la cual hace parte la ciudad de Medellín compartiendo sus lineamientos. Se considera, entonces, a la cultura como enfoque transversal para el desarrollo de los tres primeros: progreso económico, equidad social y sostenibilidad medioambiental.
Es así como las acciones de colectivos culturales y artistas independientes como Andrés Felipe Calderón Cano, contribuyen al fortalecimiento de estos enfoques en la capital medellinense desde su visión particular de interpretar la realidad y expresarla.
La mirada social de las complejas historias de la ciudad contadas por el Teatro Ziruma del barrio Villa Hermosa, influyeron determinantemente en el camino de creación en “Papelón”, como artísticamente conocen a Andrés Felipe, para hacer del arte y la cultura su proyecto de vida.
Calderón resalta la convicción, la constancia, el trabajo y sobre todo la actitud, como cualidades del artista. Desde la teatralidad y la técnica que brinda a su público exhorta, entre otras cosas que: “La vida del artista debe ser entendida como tal, su entrega es diaria y apasionada. Todo el tiempo está creando, ensayando, buscando mejorar sus personajes, una escena. Esa constancia es lo que hace que uno busque alcanzar sus proyectos a través del arte”.
Retomando la idea de cultura como pilar para el desarrollo sostenible, Papelón aporta desde sus shows a la dimensión de equidad social dando mensajes de constancia y trabajo. Cuenta que quiere maravillar al transeúnte de la plaza, o el que asiste a un espacio escénico tradicional, queriendo que entienda las metáforas y logre interpretar que los cambios sociales y los movimientos populares se dan de forma similar. “En todo momento estamos entregando mensajes de conciencia” cuenta el teatrero, quien domina, además, la pantomima, malabares con fuego, cristal contact, entre otras disciplinas.
La apropiación cultural de espacios públicos es también creadora de conciencia social, de participación y empoderamiento ciudadano. Darle otro uso transforma el significado de los mismos, además como dice el artista, le ha gustado integrar a las personas, buscando que sean actores desde otra perspectiva en esos lugares que habitualmente son de tránsito, dando ejemplo de viabilidad. “Por ejemplo llegamos a un espacio, lo intervenimos artísticamente, hablamos con la gente de la comunidad, les enseñamos las técnicas y les decimos que ellos también lo pueden hacer para generar apropiación artística por los lugares”.
De paso, tras el ejercicio en lugares de concurrencia pública o teatros, las dinámicas propuestas por el artista desde expresiones culturales, permite la interacción: artista, espectadores y lugares, fomentando entre otras cosas, dinamismo económico: en la formación de públicos que pagan una boleta, en la sostenibilidad individual, así como la de los teatros y casas de cultura, entre otros. “Siempre va a haber contraste. Todo el mundo no está de acuerdo con lo que hacemos, pero la cosa es esa, que la sociedad poco a poco vaya viendo una forma diferente y asimilando que también se debe pagar por el arte” comenta.
Entre los anhelos de Andrés Felipe Calderón, está el que se dé continuidad a los procesos culturales para que no se pierdan los avances, como ocurre a veces con los cambios de alcaldías; que haya sostenibilidad para los artistas independientes y colectivos culturales en medio de una pandemia que dejó al descubierto que el derecho a la cultura es prescindible si se interpretan las decisiones estatales que afectan al gremio.
Mientras tanto, la ciudadanía activa, con el arte y la cultura como movimiento popular ejercerá su derecho desde la acción propia. “Desde la crítica social a nosotros nos gusta mucho jugar. (…) La cuestión es generar sensaciones, que la gente se cuestione. Crear sensaciones dramáticas en un contexto social difícil”.
Por Miller Rivera Rodríguez
