Kareli inició en el mundo del circo con payaso social, Miguel con malabares y acrobacias. Juntos decidieron fusionar su arte para emprender un camino en el que buscan llevar un mensaje social y ambiental, de amor y respeto a través del clown que se sobrepone a las realidades oscuras de la sociedad. “Buscamos no solo hacer circo como presentación bonita si no que pueda dejar un mensaje, Los Délicos surgió de algo llamado la Delia, un lugar a dónde llegar, un lugar en el cosmos, un destino que sin importar inconvenientes, rabias, odios, es lo que nos hace surgir, es lo que nos hace caminar, como la utopía, en busca de un sueño” Cuenta Miguel.
Esta Utopía que se camina con las risas, el chiste, el sarcasmo y la aventura es para este equipo, cada vez más amplia. Para su apuesta artística se consideran seres de otros planetas, de un planeta délico, así lo reflejan en su obra “IndependizARTE” con dos personajes que viajaron por el universo, enviados por su abuelo, para traer un mensaje del no: No a la degradación, no al uso excesivo de la tecnología, no a la explotación, no a las violencias.
Ambos consideran que ser payaso es ser niño. Para Kareli es abrirle la puerta a su niña interior, dejarla que salga y que pueda ser ella misma, explorar su espontaneidad, hacer las cosas que le dan pena cuando no tiene nariz roja; ser payasa la hace sentir en libertad. Por su parte, Miguel agrega que ser payaso también es “sacar el ser oscuro que a veces no quiero ver y que lo transformo a través del arte. Se me ha hecho complejo porque me doy cuenta que no es solo ponerse una nariz, tiene su proceso de entrenamiento, de estudiar la sociedad y descubrirse a sí mismo. Un proceso largo, un universo muy grande”.
Hace siete años Kareli empezó a descubrir este universo del clown siendo payasa hospitalaria y Miguel hace casi dos años decidió también aventurarse y combinar el juego con sus demás pasiones: los malabares, las acrobacias, el teatro y el cine. Al llevar poco tiempo en este oficio, está en un constante descubrir “siento que todavía no soy el payaso que quiero ser, desde cómo me veo y cómo actúo, pero eso me hace buscar todo el tiempo. A veces me encuentro y a veces no, lo que sí he entendido es que no sólo son risas y alegrías, también hay tristeza y oscuridad.
Su intención a futuro es viajar y transformar comunidades, llevar el mensaje de amor, de que siempre se puede reír y ver de otras formas el sufrimiento.
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