Del 2 al 9 de noviembre Santa Cruz vivirá la celebración artística donde el teatro, la comunidad y la cultura de paz serán los protagonistas.
La Corporación Cultural Nuestra Gente se prepara para contagiar a la ciudad de la fiesta que será el XIX Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven. Con el lema “La paz de la mano de la cultura” la celebración promete ser un espacio para ver, hacer, e intercambiar saberes entorno al teatro; para encontrarse con amigos, y sobre todo para propiciar un diálogo abierto y reflexivo en torno a la cultura de paz.
Los vecinos de la Casa Amarilla podrán disfrutar las presentaciones de grupos provenientes de Bogotá, Barranquilla, Cali, municipios de Antioquia y de la visita del Teatro Dramático de Guantánamo desde Cuba.
La celebración iniciará con la tradicional comparsa inaugural el domingo dos de noviembre, en un recorrido que tendrá como protagonistas a artistas y vecinos que harán de la calle su escenario en un verdadero Encuentro del arte con la comunidad. También habrá muestras teatrales en varios lugares de la ciudad; y se celebrará el XIV Seminario Nacional de Teatro, Pedagogía y Comunidad, del 6 al 8 noviembre, con el tema “La cultura de paz en la mesa de las negociaciones”.
Ya son casi 20 años de celebración
Llegar a la versión número diecinueve de un Encuentro de Teatro que está pensado desde y para la comunidad es un gran logro que puede recogerse en aprendizajes y experiencias transformadoras de realidades violentas, precisamente la razón por la cual nace este espacio.
El primer Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven tuvo lugar en 1996 bajo el lema “Para derribar fronteras”. Desde entonces la celebración tomó vida y es un fuego que arde cada vez con más fuerza y que, aunque a veces amenace con extinguirse, se preserva porque tiene un lugar en el corazón de la comuna, de los amigos que creen en él y de los habitantes de la Casa Amarilla.
En aquel tiempo se buscaba tener un espacio comunitario que permitiera derrumbar las fronteras del miedo entre los habitantes de los barrios vecinos, que por los fenómenos delincuenciales prácticamente tenían «prohibido» el paso de un barrio a otro. Desde entonces este también se ha convertido en un escenario en el que los jóvenes de la comuna y la ciudad ponen en común sus creaciones artísticas, demostrando que el arte puede ser más fuerte que la guerra.
En casi 20 años de existencia el Encuentro ha tenido significativas conquistas entre las que vale la pena destacar la conformación de la Red Colombiana de Teatro en Comunidad, en el año 1997, con la cual se logró que la celebración artística llegará hasta Bogotá y Apartadó. A este logro se suma la creación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, entre 2008 y 2009, articulada a 10 países y gracias a la cual es posible compartir experiencias desde el teatro, en un territorio comunitario y que generan acciones de transformación social y humana.
En 2001, como propuesta académica, se llevó a cabo el primer Seminario Nacional de Teatro, Pedagogía, y Comunidad logrando reunir más de 25 experiencias que desarrollan procesos de formación en comunidades. Esta es una apuesta que ya cumple catorce años de reflexión académica, sentida y profunda en torno a las diferentes temáticas propuestas desde el Encuentro.
Para el año 2007 se realiza la primera Zancozanquiada con la participación de 100 zanqueros, un espectáculo lleno de vida, color y alegría por las calles de la comuna.
La descentralización de las propuestas artísticas también ha sido una de las apuestas del Encuentro. La visita a los vecinos de comunas y corregimientos cercanos y lejanos, la invitación a grupos artísticos del departamento y la adopción como subsede del municipio de Apartadó, en 1999, dan cuenta de la construcción de un espacio colectivo, que comparte el arte y la cultura. En este sentido también es valioso destacar que se ha contado con la participación de artistas provenientes de Brasil, Argentina, México, Perú, Cuba, Inglaterra; y muchos otros países hermanos que han venido a compartir sus experiencias comunitarias.
Un espacio que también le pertenece a los vecinos
Vivir frente a la Casa Amarilla es una gran oportunidad para disfrutar el Encuentro de Teatro. Sin embargo, hay quienes no sólo se limitan a verlo desde la terraza de la casa, o parados en la calle cuando pasa la comparsa.
Zoraida por ejemplo ha tenido la oportunidad de ayudar en la organización como apoyo logístico, aprovechando para hacer amistades de otros países, y para vender papitas y platanitos, actividad a la que se dedica desde hace un año.
Ella es habitante de la Comuna Dos. Llegó a este lugar con apenas 10 años de edad, y desde entonces su familia ha forjado una estrecha relación con la Casa Amarilla. Su hermana, su sobrina y su hija han hecho parte de los procesos de formación de Nuestra Gente.
A Zoraida le gusta el teatro sólo para verlo, no para actuar. De las muchas obras que ha visto en Nuestra Gente recuerda A ciegas, de un grupo proveniente de México, “porque mostraba que las personas que no veían podían hacer otras cosas” dice.
También recuerda que lo que más le gusta de esta celebración son “las amistades que uno deja, las internacionales, amigos que van llegando cada año y va uno haciendo amistades con ellos”. Y eso precisamente es lo que espera vivir este año en el XIX Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven “volver a ver amistades, ver la diversidad, la magia y el color de las comparsas”.