Generar conciencia ambiental es un tema que nos compete a todos, sin embargo son pocas las personas que deciden emprender acciones en pro del cambio. Así es como nace una pequeña huerta en el barrio La Frontera, gracias a personas que decidieron actuar frente a nuestro actual caos ambiental y sumarle un poco de aire puro a la comunidad.
Luis Carlos se dirige todos los días al centro de vida gerontológico, ubicado en el Aula ambiental Finca la Mesa, es allí donde consiente a todas sus “niñas” o “preciosuras”, las plantas que siembra en aquella huerta. Ellas son ese plus que lo incentiva diariamente a asistir a este lugar ya que toda su vida vivió en el campo y ama tener un espacio en donde pueda desempeñar las labores que mejor sabe hacer.
En el programa Líderes ambientales, del centro de vida, se han generado estrategias ambientales que buscan materializar ideas que se desarrollan respecto a la huerta que se inició a principios del año pasado, siendo Luis Carlos el encargado de este nuevo proyecto y quien comparte todos sus conocimientos con quienes no tienen la certeza de saber sembrar.
Así se inicia con la siembra de algunos productos tales como cebolla, plantas aromáticas, tomates, pimentones, entre otras. Gracias al cuidado y al amor que les brinda, obtuvieron su primera cosecha, la cual compartieron con sus familiares para mostrar el gran emprendimiento que habían iniciado, esto les brindó grandes oportunidades como el ser invitados a mercados campesinos en los corregimientos de San Antonio de Prado y San Cristóbal en LA SEMANA DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA, allí tuvieron la oportunidad de generar sus primeros recursos. A partir de esto, ellos vieron la necesidad de generar más recursos para sostener la huerta y el hecho de vender sus propios productos les ha permitido comprar más semillas, fertilizantes, bultos de cal y abono.
En compañía de Manuel Salvador, un hombre de 85 años, quien sabe sobre los usos de las plantas, se han generado enriquecedores procesos de aprendizaje. La iniciativa de estos dos personajes es única; todo el tiempo están pendientes de sus cosechas, deciden turnarse para echarle agua, limpiar y cuidar la zona.
La falta de recursos para el desarrollo de la huerta se ha convertido en una problemática y una preocupación. Luis y Manuel están decididos a continuar con este proyecto, sin embargo, dicen que es necesario contar con la ayuda de personas que puedan aportar conocimientos sobre el sembrado. Hace unos días los tomates sufrieron de una “peste de ceniza”, y aunque se ha logrado salvar la cosecha, ellos necesitan la ayuda de un experto para tomar las medidas necesarias. La intención es que la huerta sea una construcción colectiva. Los vigilantes de la zona, quienes al inicio del proyecto no mostraban el mayor interés, ahora, gracias a la concientización que han generado los adultos mayores, han comprendido la importancia de la huerta y son ellos quienes prestan la manguera para regar las plantas, uno de los recursos que tanto les hace falta.
Hablar de esta huerta me genera el sentimiento de apoyar a estos seres que irradian todo el tiempo amor y capacidad para el proyecto, así reafirmo el gran valor que tienen las personas de la tercera edad, personas llenas de experiencia que todos los días se levantan a aportar algo más a nuestro mundo; un granito de arena, un rocío de agua, una siembra y a la final una gran cosecha llena de amor.
Tips para sembrar:
La mejor época para la siembra son los primeros meses del año:
- ENERO: El que siembra en enero llena el sombrero.
- MARZO: El que siembra en marzo llena el tarso.
- ABRIL: EL que siembra en abril llena el abrigo.
Y el mejor día para sembrar es un Viernes Santo: levántese a las 6 de la mañana hasta las 12 del medio día, y esa cosecha será la mejor siembra de toda su vida.
- Si quiere que su sembrado le crezca, hágalo cuando la luna se encuentre en menguante porque la luna arraiza la planta y deja que se vaya en rama.
Por Tania Díaz