«Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia»
León Gieco
Federico Zuleta guarda en la pared de su pequeña tienda en el Popular 2 la historia de la cancha del barrio. Entusiasmado me muestra el cuadro en el que agrupa al menos doce fotos de varios momentos del lugar.
La conversación gira alrededor de ellas, de las historias que guardan, de los personajes y sus amigos de juventud. Eso lo ha hecho conservarlas. De ahí que las haya enmarcado en varias ocasiones en las que el cuadro de madera se ha dañado. Sabe que es una de las atracciones de su tienda:
—Acá viene mucha gente a tomar fresquito y entonces dicen “eh, mira aquí a fulano, mira aquí a perano”. Los reconocen, ya están muy viejos y ahí estaban jóvenes.
Cada detalle es revelador en las imágenes. En una de ellas hace referencia a un mamotreto de bus que aparece detrás de la multitud que posa. Es una flota de buses que se llamaba Transporte Sin Subsidio (TSS). Estos eran conocidos así dado que “a partir del primero de enero de 1985, el Instituto Nacional del Transporte suspendió el subsidio para los buses urbanos de modelo posterior a 1965”, según un reciente artículo del periódico El Mundo.
Otra imagen trae a su memoria la forma cómo fue construida la cancha: “todo el mundo se puso con pica y pala porque eso era una falda ahí, hasta que se hizo el plan para la canchita”. Eso, dice, fue en 1980.
El barrio se juntó para hacerla, antes de que cualquier institución del Estado entrara a hacer algún tipo de intervención: “primero se hizo la placa, se le echaron muros, se le puso malla. Ahora fue que vinieron a techarla. Primero era en barro, ya después la gente colaboró para hacerle el piso de cemento”.
Su relato continúa y de cada fotografía parece recordar una historia. La inauguración de la cancha y los torneos de fin de año, uno de los eventos más importantes. En ellos jugaban solteros frente a casados, choferes contra lavacarros.
En medio de la docena de fotos, hay una que llama particularmente la atención. Es un cuadro mucho más grande. Varios hombres con uniforme rojo posan para la foto del recuerdo. Se trata de la Selección de Fútbol del Popular 2. “Una de las mejores selecciones, fueron campeones en 1994. Iban al Doce de Octubre, Castilla, Aranjuez, a muchas partes”.
Ante la pregunta de si alguno de ellos logró ser jugador profesional, responde negativamente y señala a algunos que aún viven en el barrio y que por azares de la vida no lograron tener una carrera en el fútbol.
Uno de ellos es William Cadavid quien, según Federico, tuvo que elegir entre jugar el fútbol o trabajar, pues el patrón que tenía no lo dejaba ir a los entrenamientos. Así lo ratifica William unas horas más tarde, agregando que eligió trabajar para sostener a su familia pues para esa ápoca, en la década de los 90’s, ya se había convertido en padre.
Recuerda que la Selección fue una iniciativa de su hermano Aníbal y de otros amigos del barrio. Agrega que fue posible gracias a que la gente les colaboraba para que pudieran ir hasta los lugares donde jugaban.
— ¿Cómo llegó a la Selección?— Le pregunté.
—Soy criado aquí, llevo 52 años viviendo en el barrio y jugaba bien ¿cómo no me iban a llevar a la Selección?
El equipo se acabó hace aproximadamente 10 o 12 años, según él porque a los que jugaban les fue llegando la edad y ya el nivel no era el mismo. Sin embargo, no se desligó del fútbol pues cuando puede arma un equipo y participa de los torneos que se organizan actualmente.
Él, al igual que Federico, conserva sus recuerdos en fotografías. Me lleva hasta la sala de su casa para mostrarme un gran cuadro que retrata a un equipo de fútbol. Arriba la fecha en que fue tomada: 1977. Es el Estrella Roja, onceno del cual hizo parte antes de pertenecer a la Selección.
Minutos después de terminar la conversación con William visito la cancha. No se parece mucho a la de las fotografías de Federico. Hoy tiene una cubierta, una malla nueva y está pintada. Son intervenciones hechas por el Inder.