En el año 2009 tras la insistencia de mi madre que me vinculara a un proceso de comunicación que estuviera relacionado con mi carrera universitaria, comunicación social y periodismo, tuve la oportunidad de ingresar a participar del proceso del periódico Mi Comuna 2. Al inicio mis expectativas no iban más allá de cumplir con el requisito de 100 horas de labor social por semestre para poder condonar el crédito académico que obtuve en el programa de Camino a la Educación Superior de Presupuesto Participativo, sin embargo, la dinámica de trabajo, la apuesta colectiva que se generó alrededor de la elaboración del periódico y los beneficios otorgados en el proceso a nivel personal, académico y laboral hicieron que cambiara de opinión y estableciera el proceso de Mi Comuna como una apuesta de vida y la mejor opción para desempeñarme profesionalmente.
Antes de ingresar a Mi Comuna no conocía ni siquiera el barrio en el que vivo, mis conocimientos se limitaban a que si subía dos cuadras podía tomar un bus que me dejaba en el centro de la ciudad y si bajaba 10 cuadras llegaba a la estación Acevedo del Metro, esta falta de conocimiento se sumaba a mi temor por caminar las calles de la Comuna. Tampoco me atrevía a participar en actividades colectivas y comunitarias y si llegado el caso acompañaba a mi madre a alguna de ellas no pronunciaba una sola palabra, el hablar en público me aterraba.
Mi proceso inició con la realización de un artículo sobre los personeros estudiantiles de la Comuna, después mi labor como reportera se combinó con el de distribuidora del periódico y con el tiempo se iban sumando actividades que cada vez me enseñaban más sobre los barrios, el periodismo y la comunicación, a la vez que me enamoraba más de los procesos sociales y la apuesta por transformar la realidad del territorio que habito. Paso a paso sumé experiencias y adquirí habilidades, fui coordinadora de distribución, jefe de redacción y directora del periódico Mi Comuna 2; ejerciendo estos roles he aprendido sobre liderazgo, trabajo en equipo, incidencia política, participación, periodismo y comunicación comunitaria.
Lo más valioso de este camino recorrido es saber que mis aprendizajes, logros y superación son el resultado de un trabajo conjunto, en comunidad y con mucha camaradería pues lo que sé y lo que soy hoy no sería posible o por lo menos no igual sin el acompañamiento y el cariño incondicional de toda la familia Mi Comuna, de cada una de las persona que han aportado sus conocimientos, habilidades, recursos y tiempo a este proyecto. De personas como Yorlady Benjumea que en el 2009 nos abrió las puertas a un grupo de jóvenes y nos enseñó el camino de la comunicación comunitaria.
En definitiva, Mi Comuna es una apuesta colectiva que tiene su mayor fortaleza en el trabajo en equipo, en comprendernos como comunidad y hacer apuestas colectivas que se potencializan y tienen poder con el aporte de cada persona que integra la organización y en todas aquellas que se van sumando.