Fundar medios de comunicación en nuestros territorios no solo ayuda a potenciar los procesos de participación existentes, también fortalece la democracia y hace más visible las expresiones y dinámicas de las poblaciones.
Imaginemos un mundo donde todos los medios de comunicación narren la misma noticia, de la misma forma y de manera tergiversada; cerremos los ojos y pensemos que quizá en algún lugar de este universo u otra época todos los medios de comunicación le pertenecieran a una sola persona: los noticieros, la prensa, las emisoras, los canales de televisión, todo.
No tendríamos posibilidad de conocer otros asuntos más allá de lo que podríamos ver al salir a las calles, lo que nos cuenten nuestros allegados y lo que conoceríamos por tales medios. Nuestra perspectiva sería tan corta y superficial que desconoceríamos otras formas de ver nuestro entorno, otros acontecimientos que pueden ser importantes para entender el mundo.
Sin embargo, esto no es del todo ficción, los medios de comunicación privados en Colombia están distribuidos entre los tres grandes grupos empresariales del país, fácilmente sus propietarios pueden escoger qué informar y qué no informar, decidir cuál noticia va y cuál no, a cuál político favorecer y a cuál dejan por el piso, qué información sacar a la luz y cuál ocultar o desaparecer ¿será que podemos creerle a estos medios cuando sus dueños tienen intereses particulares y económicos?
¿Se ha preguntado usted si todo lo que sale en las noticias es verdad? ¿Alguna vez se ha cuestionado por qué un medio de comunicación critica con sus noticias los diálogos de paz mientras que otro lo apoya? La segunda pregunta es fácil de responder, es más, ya lo dijimos: los medios de comunicación tienen una ideología, la de sus propietarios y por ello los medios privados en lugar de informar se centran en defender sus intereses.
Ante este panorama, nosotros proponemos fundar más medios de comunicación donde las realidades y situaciones ocurridas en cada cuadra, barrio, comuna o ciudad sean visibles, medios que sean gestionados y elaborados por las mismas personas que viven, conocen y sienten lo que sucede en el lugar que habitan; donde la comunicación sea entendida como un bien público con contenidos diversificados para evidenciar la realidad social y no el interés de unos pocos o el de quién posee el recurso económico.
Si bien los medios masivos como la prensa, la televisión, la radio y la web nos ofrecen la oportunidad de impactar o llegar a más personas, también nos presentan el reto de tener los suficientes recursos económicos para sostenerlos en el tiempo, sin embargo existen alternativas poco costosas y prácticas que por su fácil realización pueden ser el inicio de los medios de comunicación que fundemos en nuestro territorio: Fanzine, stencil, periódicos murales, blogs, canales en plataformas como YouTube y emisoras virtuales son una posible solución para comunicar nuestros territorios en la ciudad, el país y el mundo entero.
Reiteramos nuestra invitación y hagamos valer nuestro derecho a la libre expresión, difundir nuestro pensamiento y fundar medios de comunicación, como lo establece el artículo 20 de la Constitución Nacional, pero también exigir información veraz e imparcial, esta es la puerta de entrada a nuevas ciudadanías. Además, no limitar estas creaciones a Presupuesto Participativo, la información y la comunicación no debe depender de un programa de la administración municipal.