En la Comuna 2, y casi en cualquier lugar de la Medellín, transitar por la calle es encontrarse con apasionados del fútbol. En algunas oportunidades se ven en la ciudad camisetas de otros equipos colombianos, argentinos o europeos pero son el rojo y azul del «Medallo» y, el verde y blanco del «Rey de Copas» quienes tienen el protagonismo futbolero en la capital antioqueña.
Y aunque muchas personas pretenden reducir la emoción del fútbol a los 90 minutos que se viven en la tribuna o frente a una pantalla apoyando su equipo del alma, quienes respiran esta pasión van mucho más allá. Las previas de los partidos, las excursiones a otras ciudades, la compra de indumentaria del equipo, ver los programas de análisis post partido, seguir el día a día de sus clubes en las redes sociales o ver los partidos de la Champion League hacen parte de su estilo de vida.
En relación con el tema, Edwin Díaz, administrador público, hincha del “verde” e integrante del parche Popular Verdolaga, nos cuenta que el fútbol en sí mismo es una excusa para el encuentro futbolero, la Copa América y hasta la Eurocopa hace parte de la agenda de los amigos.
Actividades cotidianas como hacer una rifa en un momento difícil o para viajar, jugar un partidito en el barrio, celebrar una fecha especial, ir a un concierto o salir a una movilización ciudadana son actividades que se extienden del encuentro futbolero. Para Edwin “a pesar de que el epicentro sigue siendo Nacional, eso va llevando a que nos encontremos a partir de todo lo que lo que hacemos en la comuna, desde los gustos personales, pero también desde las lecturas sociales que tenemos”.
David Ortega, comunicador social, abogado, barrista del “rojo” e integrante del parche Santa Cruz de la Rexistencia Norte, cuenta que además de disfrutar del fútbol, ellos han realizado jornadas de limpieza, pintadas de muros, además de otras acciones de convivencia. Resalta que todas estas acciones aportan a la transformación de los imaginarios existentes sobre el barrismo, pero resalta que “el verdadero triunfo y la verdadera ganancia de nosotros ha sido el yo vivo mi vida pero respeto al otro que, es igual a mí, pero con otros colores”.
Reconocer sus similitudes y a su vez, sus diferencias, son algunos de los grandes logros que ha tenido el barrismo en general. ¿Pero cómo no hacerlo? si en los parches que integran Edwin y David se pueden encontrar jóvenes, estudiantes, trabajadores y profesionales que en su vida cotidiana visten una camiseta futbolera, una gorra, una sudadera, tenis deportivos, una manilla, y en muchos casos tatuajes de su equipo o barra. Toda una parafernalia que les habita en el día a día para dar a conocer su pasión y su lugar de origen.
Estas formas de reconocerse trascienden lo personal y proponen unas formas de organización con otros. El barrio, el parche, el combo, un trapo hace referencia a esto. “Cuando en ese trapo decimos Santa Cruz, nos referimos a un grupo de personas que hacemos presencia, la mayoría vivimos aquí y los que no viven es porque vinieron y se fueron, pero su arraigo está aquí, su familia está aquí, se identifican con el barrio y representan este sector de la ciudad” explica David sobre el parche de ellos.
Edwin, por su parte, también expresa que “mi identidad es lo que hemos construido a partir de lo que significa Popular Verdolaga, porque representa nuestro barrio pero no solo en términos deportivos, sino que representa este barrio que fue el que nos formó y el que nos mostró cómo se viven en una ciudad como Medellín”.
Por Elizabeth Espinosa
Este texto hace parte de la Edición 97 – Ser Joven. Para ver la edición completa haga clic aquí.