La bicicleta poco a poco se ha ido posicionando como estrategia de movilidad, pasando de ser un elemento deportivo para convertirse en el medio de transporte que requieren las ciudades sostenibles.
En Medellín estos últimos meses ha sonado un tema muy importante para la movilidad: el uso de la bicicleta. En una ciudad donde la congestión vehicular es el padecimiento de miles de ciudadanos hay que encontrar estrategias que nos lleven a construir mejor calidad de vida y un transporte más limpio y ágil.
Es por ello que el Área Metropolitana desde hace 3 años creó Encicla, el sistema de bicicletas públicas de la ciudad que actualmente cuenta con 18 estaciones manuales y 32 automáticas dispuestas para favorecer otro tipo de movilidad completamente gratuito.
Uno de los aspectos positivos del reciente P.O.T. de la ciudad es el cambio en la pirámide de la movilidad donde actualmente el peatón y el ciclista están en la cima, lo que representará posiblemente mayor inversión en andenes y ciclorutas.
Además, un cambio de concepción donde la bicicleta deja de ser un transporte alternativo para ser uno complementario como nos aclara Mónica Balvin, comunicadora de Encicla, “la bicicleta ya no es un transporte alternativo, es un transporte complementario porque está unido al SITVA, Encicla pretende incorporar la bicicleta en la cotidianidad de las personas, en ese sentido buscamos que sea otra opción de transporte como las existentes, no una alternativa, yo elijo si me voy en Metro, Metroplús o bicicleta”.
Elegir la bicicleta como medio de transporte nos permite disfrutar el panorama y aportar al cuidado del medio ambiente. También es importante ser conscientes que el problema de la movilidad no es responsabilidad exclusiva del gobierno, el ciudadano también debe aportar a las soluciones y una de ellas es evitar el uso del vehículo particular para transportarse solo o desplazarse cortas distancias.
En bicicleta por nuestras Comunas
Nuestra Comuna tiene una topografía compleja para el uso de la bicicleta: calles estrechas, pendientes y vías sin continuidad. Es por ello que actualmente el sistema Encicla no tiene en sus planes crear estaciones cercanas sino motivar otras estrategias que permitan la conexión con el sistema “para las laderas, la intensión es hacer los trayectos asistidos, es decir, me vengo una parte en un sistema del SITVA, tomo la bicicleta de Encicla y termino mi recorrido; si bien es cierto que la bicicleta pasa a mejorar una parte, no es la alternativa definitiva para que el transporte mejore, esto tiene varios componentes distintos a la bicicleta” afirma Balvin.
Ante este panorama no es bueno desfallecer, hay que ser recursivos como ya lo hizo un grupo de jóvenes de la Comuna 1, quienes cada quince días se encuentran en sus ciclas para recorrer diferentes barrios buscando que las demás personas reconozcan que a pesar de nuestras lomas, sí es posible montar en bici.
Fander Quiceno uno de los promotores de la Cicloruta Nocturna de la Comuna 1 afirma que es muy importante “que la gente tome esto como un espacio de sano esparcimiento, donde podamos recorrer nuestros barrios, de hecho algunas de las personas por años no pasaba por algunos sectores. Es básicamente pensar en que podemos implementar una estrategia distinta de movilidad”.
Concluye además que “no se ven alternativas diferentes para las comunidades que estamos en las laderas de la ciudad, nos van excluyendo, no nos dan participación en lo que la ciudad tiene. Podríamos tener lugares de acopio como el Metro o las bibliotecas para las bicicletas, pueden ser las de Encicla o las particulares. Innovar no es implementar exclusivamente estos programas en las zonas planas, sí lo es hacerlo en las laderas”.
El Foro Mundial de la Bicicleta
Entre el 26 de febrero y el 1 de marzo, Medellín recibió a miles de activistas de la bicicleta y urbanistas, quienes en diversos escenarios reflexionaron y pensaron ciudades para el ciclista. Entre otras conclusiones compartimos parte de la reflexión de Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá quién afirmó que «la ciclovía es una ceremonia de reconquista de la ciudad por parte del ser humano» y Hérick de Sá, investigador de la Universidad de Sao Paulo, quien reiteró que la bicicleta es el símbolo del cambio de paradigma, de una ciudad diseñada para los carros a una creada por y para los ciudadanos.