Where’s the love and the unity? (¿Dónde está el amor y la unidad?), pregunta el cantante de reggae Gentleman en su tema “Dutty Heart”. Mientras va sonando en mis auriculares, yo voy subiendo una de las tantas lomas de la comuna un poco preocupado. Un poco extrañado, pensando un montón de cosas acerca del pasado mientras sigo escuchando mi lista de reproducción de dancehall. Tengo ganas de bailar. Esta música despierta en mí un lado alegre que me hace pensar en otros tiempos. Voy subiendo por Villa del Socorro, donde quedaba el parqueadero de buses del 067 y miro para la izquierda, veo el remate y el billar, y me encuentro esa puerta de garaje, ¡que buenos recuerdos me trae!, ahí hacíamos Positive, esa disco underground de dancehall, Hip-Hop y R.A.P. Lugar al que caíamos los que nos consideramos raperos en la comuna, lugar donde nos escondíamos de la policía cuando veían mucho alboroto cerquita, lugar donde íbamos con los panas a tomar y a bailar mientras DJ Nacho o DJ Bola ponían los temas en sus tornamesas, o algún grupo de R.A.P cantaba sus temas.
Siempre que el DJ hablaba por el micrófono mencionaba la palabra familia, evocando esa idea de que los hiphoppers somos una familia unida por una cultura que nace en los 70 en los barrios bajos de los Estados Unidos.
Qué diferentes son las cosas ahora. Desde hace unos 6 años para acá todo ha cambiado. Ya no es tan común ver a esos muchachos con la ropa súper holgada caminando por las calles con un baflecito escuchando algún rap en inglés o en español, donde el cantante habla sobre su vida en la calle y lo gánster que puede ser.
Sigo subiendo, me dirijo hacia la 46 porque voy para mi casa, ahora está sonando “A mi manera” una canción que me compartió La Pana hace muchos años y que, la verdad, me gusta mucho, la atesoro porque ella misma me dijo: “Manchas, pilla esta canción, la canto con el Trompón y Mc More y está brutal. Ese coro es un estalle y la voz del Trompón la pone en otro nivel.” Mientras voy caminando por la 46 me paro en la mitad del primer puente y me quedo mirando un rato hacia la parte baja de la comuna, allí me empiezo a preguntar ¿dónde están los graffitis en este territorio, pero no esos peyes que se hicieron con un proyecto de la alcaldía, sino los verdaderos graffitis, los que les dan color a las calles y los que refuerzan la idea de que el Hip Hop en la 2 no se ha muerto?
La verdad no sé. Desde hace mucho tiempo siento que la comuna es gris, y que quienes le daban otro color ya lo hacen en otros lugares de la ciudad. ¿Dónde están los que bailaban break? ¿los que rapeaban en cualquier lugar? ¿Dónde estamos los rapers?
Me decía Jorge Luis “el loco”, grafitero desde hace años, que “los procesos de graffiti no pudieron despegar bien; nosotros intentamos montar y sostener un colectivo, y fue bastante difícil. Ganamos algunos proyectos y pintamos varias cosas pero las responsabilidades nos superaron. Además de que aquí en la comuna la parte fuerte del Hip Hop va más por el lado del R.A.P y de la farra.”
Muchas son las preguntas que me quedan, luego de ver la ausencia de procesos fuertes de Hip-Hop en la comuna. Claro, es obvio que nada dura para siempre, pero es problemática esa ausencia paulatina de un movimiento fuerte que represente la cultura “rappa” y se dé la “pela” por ella en los espacios de deliberación del territorio. Quedan presentes algunos personajes, pero en esencia se ha perdido la lucha colectiva que buscaba reivindicar dicha cultura, alejada de la idea de que solo existe a la hora de ejecutar un proyecto.
En su momento, la fortaleza era la autogestión y la posibilidad de generar sinergias para construir y promover espacios donde los jóvenes se alimenten de cultura, vean opciones de crecimiento personal y se genere esa conciencia colectiva que hace parte de la filosofía del Hip-Hop. Ahora me pregunto ¿dónde está el hip hop en la comuna?
Hablando con “El Chizco”, que debo reconocer es uno de los representantes del movimiento que se ha dado la “pela” por él en los últimos años, pude obtener una respuesta a esa pregunta, él me decía: “Bro, bueno, en la comuna aún hay rap, hay buenos elementos, el movimiento en la comuna aún es fuerte, creo que han salido buenos prospectos en los últimos 15 años, ha habido factores como el mismo tiempo que ha pasado; creo que siempre el tiempo va a ser un factor de cambio y si bien aún hay rapers ya no es lo mismo que hace 10 o 15 años atrás donde se veía más unión y por lo tanto había movimiento. A parte de que muchos procesos que eran buenos en la zona desistieron al no ver su arte de pronto amparado por medio de procesos como el PP (Presupuesto Participativo). Y aunque aún hay movimiento, también hay que reconocer que decayó mucho porque no se volvieron a hacer eventos, y las exigencias de la gente en términos de la calidad y el nivel que esperan es difícil de complacer en la medida en la que no hay dinero para hacerlos.”
Por Felipe Machado
Este texto hace parte de la Edición 97 – Ser Joven. Para ver la edición completa haga clic aquí.