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Encuentro Nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales - Armenia Quindío - Fotografía de Joel González

“Los noto asustados”

Editorial a propósito de las reacciones e incomodidades que le causó al establecimiento económico, político y mediático el encuentro nacional de medios comunitarios, alternativos y digitales «Uniendo Voces», realizado en Armenia el 12 y 13 de septiembre de 2024 ¿Les asusta la posibilidad que los de abajo podamos encontrarnos y reunirnos a conspirar?

Desde la Corporación Mi Comuna y el Periódico Mi Comuna 2 nos hemos interesado por participar de eventos, seminarios, talleres y encuentros que nos permitan reflexionar en torno a la comunicación comunitaria, sus alcances y el reconocimiento de procesos de comunicación popular en diferentes ciudades y países. Este interés y lo que aprendemos en cada uno de esos espacios nos ha permitido aportar a la realización de documentos, estudios, ponencias académicas y reflexiones críticas para la construcción de políticas públicas locales, departamentales y nacionales.

En ese sentido, el pasado mes de agosto de 2024 aceptamos la invitación de la Presidencia de la República de Colombia y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – MinTIC para participar de la segunda versión del evento “Uniendo Voces” un encuentro nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales a realizarse el 12 y 13 de septiembre de este mismo año en la ciudad de Armenia. Entre los propósitos de la convocatoria al evento se buscaba fortalecer las capacidades de los medios a través de charlas con invitados nacionales e internacionales y también reconocer diversas experiencias de comunicación en todo el país para tejer redes de apoyo entre los medios que asistimos . Además, se propusieron mesas temáticas para discutir y construir una política pública nacional para los medios alternativos, comunitarios y digitales como hoja de ruta para democratizar la información en Colombia tomando como referencia experiencias de leyes aprobadas en Argentina y Ecuador.

Más de 1.500 medios alternativos, comunitarios y digitales de los 32 departamentos colombianos llegamos a Armenia a este evento que como su propósito lo estableció permitió el intercambio y reconocimiento de quienes participamos, la discusión de temas esenciales de la política pública que se está construyendo y finalmente, aprender y reflexionar a través de charlas y talleres.

Por la magnitud de asistentes, los nombres de los talleristas y panelistas, y la intervención del presidente Gustavo Petro, el hashtag #UniendoVoces se volvió tendencia en redes sociales y ese fue el detonante para que durante y después del evento, periodistas de medios masivos de comunicación, políticos, opinadores e “influenciadores” de oposición lo tomaran como caballito de batalla para atacar el gobierno y la realización de este encuentro, etiquetando a los medios que asistimos como bodegueros de Petro, cloacas y de un pequeño “nichito de seguidores del gobierno”, metiéndonos un en un solo costal, desconociendo la diversidad de voces y capacidades críticas de quienes asistimos.

Encuentro Nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales – Armenia Quindío – Fotografía de Joel González


Evidentemente, al evento asistieron algunos medios o “influenciadores” que siguen con fervorosa (y peligrosa) pasión las acciones del ejecutivo, pero ese no fue el común denominador, allí pudimos notar la presencia de medios que existimos antes que el gobierno de Gustavo Petro y que hemos trabajado por décadas en las periferias de las grandes ciudades y en municipios apartados de todo el territorio nacional. Medios que celebramos e informamos los cambios de enfoque en la política nacional e internacional, las leyes y decretos que favorecen a quienes históricamente hemos sido excluidos, las decisiones en favor y protección de los ecosistemas, el cambio de enfoque en la política antidrogas, entre otros, pero también, los medios que cuestionamos lo que no está bien, las decisiones que mantienen personas cuestionables en altos cargos, la falta de garantías y protección a los líderes sociales y escándalos de corrupción que no han sido ajenos y que develan esa enfermedad que nos mata como sociedad.

¿Cuál es entonces la razón para que el establecimiento económico, político y mediático del país se escandalice y se rasguen las vestiduras atacando un encuentro de medios alternativos y comunitarios? ¿Les molesta cuándo nos reunimos a pensar otro país diferente al que ellos tienen diseñado solo para sus intereses? ¿A qué le temen? ¿Qué les asusta?

Podríamos decir que algunas de las respuestas a estas preguntas están ligadas a los anuncios que realizó en el evento el presidente Gustavo Petro y el ministro de las TIC Mauricio Lizcano. El primero, tiene que ver con la distribución de la pauta oficial donde el presidente dice que “la tercera parte, el 33,33% de la pauta oficial debe ir a financiar los medios alternativos de Colombia” distribuyendo las otras dos partes en las redes sociales y en los medios masivos, sin excluir a estos últimos, los mismos que históricamente han gozado de los privilegios de la pauta oficial, ellos sí, como bodegueros de los gobiernos de turno.  El segundo anuncio, fue la ampliación de la potencia del espectro radioeléctrico que sirve para mejorar la cobertura de las ondas radiales, de esta forma las radios comunitarias pueden llegar a más lugares apartados del país. Estos anuncios, a nuestro criterio, debieron ser decisiones desde el día uno de este gobierno y no a falta de dos años de terminar.

Otra respuesta a esas preguntas es que las nuevas tecnologías de información y comunicación cambió radicalmente nuestras formas de informarnos, lo que ha posibilitado que surjan nuevos medios y procesos de comunicación que pluralizan las voces y miradas informativas quitando paulatinamente el oligopolio a unas pocas empresas de comunicación que ven en los medios un negocio y un trampolín para impulsar sus empresas y sus agendas políticas neoliberales. 

Esa pérdida de audiencia les ha llevado desesperadamente a crear narrativas falsas y relatos ficticios que los ponen en un peor escenario, pues cada día menos gente se interesa en sus contenidos de posverdad y como efecto contrario, cada vez más las audiencias se informan en nuevas y diversas propuestas comunicativas, en medios alternativos creativos, hechos con poco presupuesto pero con mucha calidad, en medios comunitarios con una mirada local y propia de nuestras realidades,  recogiendo nuestras memorias, contando nuestras propias historias y relatos.

El establecimiento deberá entonces seguir asustado, pues aquí estamos y aquí seguimos resistiendo y luchando por la democratización de la información en Colombia, sea quién sea el gobierno de turno.

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