Por orden de la Administración Municipal, 29 de las 52 viviendas afectadas por la ola invernal y que permanecían en riesgo en la zona del Sinaí, fueron demolidas, ante una eventual creciente del Rio Medellín.
Personal del Cuerpo de Bomberos, Ayuda Humanitaria, Bienestar Social y Policía Metropolitana, se hicieron presentes en este desalojo, que dejó atónitos a la mayoría de los habitantes del sector. Orfilia Loaiza, una de las afectadas, asegura “esta situación nos callo por sorpresa, no queremos que nos vulneren el derecho a una vivienda”.
Este panorama, es cada vez más complicado, a pesar de que a las familias recibirán un contrato de arrendamiento por unos meses mientras se decide a cuáles y a cuántas, les será asignada vivienda propia. Mientras tanto se encuentran en albergues, ubicados en el centro de Medellín.
El desalojo causó sorpresa
La comunidad perteneciente al Sinaí después del desalojo hizo una protesta y exigió sus derechos por medio de carteles, pero según Walter Aguirre, otro afectado por el desalojo “no sirvió de nada, no había vuelta atrás que impidiera el desalojo y las tumbadas de las casas, al parecer días antes hicieron unas encuestas sin saber el por qué”, asegura.
“No queremos que nos pase lo mismo que nuestros vecinos, si a mi familia y a mi nos desalojan que nos den un tiempo para buscar otra vivienda, pero que no nos caigan de sorpresa como a mis vecinas” agrega Claudia Betancur posible afectada por los desalojos que al parecer se seguirán presentando en las viviendas cercanas a las orillas del río.
Camiones y volquetas cargadas de escombros y enseres, salen y entran a recoger lo que quedó de los humildes casas o “ranchos” como los llaman muchos de los afectados y que hoy, sólo están en el recuerdo de quienes por más de siete años han construido a punta de lucha, sacrificio y mucho dinero, un lugar donde sobrellevar la vida, pero que por cuestiones de salvaguarda, necesitan ser demolidas, para evitar graves tragedias.
Según el Subsecretario de Protección Social, recibirán apoyo, una vez realizado el desalojo, por ahora, los albergues, seguirán siendo su morada. Mientras que todo esto pasa los que aún permanecen en el Sinaí, se sienten angustiados pensando en el futuro de ellos y sus viviendas.
Opiniones
Esneider Alejandro Corral
Vanesa Castañeda García