Internet es actualmente una herramienta muy importante en nuestras vidas, el trabajo, la educación, el entretenimiento y la diversión se pueden realizar en línea mediante un dispositivo conectado a la red. Así como en los espacios de interacción social presencial, en internet se reproducen prácticas humanas que en muchas ocasiones pueden generar riesgos, pues algunas personas se han aprovechado de las ventajas que brinda la conexión a la red para tener malas prácticas y cometer delitos.
Las prácticas y delitos sexuales en internet han aumentado significativamente en los últimos años. Andrés Marín-Cortés, psicólogo, docente e investigador en ciberpsicología explica a qué riesgos nos enfrentamos con las nuevas relaciones a través de internet.
Según Andres, el sexting “es una práctica sexual, propia de los entornos digitales” consiste en enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través de internet mediante aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp, redes sociales o correos electrónicos.
Esta práctica tiene varios riesgos, pues los dispositivos y cuentas electrónicas están expuestas al robo de información quedando en manos de terceros que podrían publicarla en redes sociales.
Otro riesgo común es que muchas personas bajo un acuerdo de confianza comparten este contenido con amigos o sus parejas. Algunas veces, esa relación no termina bien y la pregunta es ¿qué va a pasar con el contenido que enviaste?.
El grooming o acoso y abuso sexual online son formas delictivas que implican a un adulto que se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual.
Andrés Marín, explica que “generalmente, este adulto, lo que hace es crear un perfil falso en redes sociales digitales, para seducir a un menor de edad. Una de esas formas de seducción ocurre por vía del Sexting. Después de que ocurre el sexting, lo que hace el abusador o abusadora es solicitarle al menor de edad, más material audiovisual o un encuentro presencial, con la amenaza de que si no lo hace, le enviará esos contenidos a sus padres, a sus compañeros del colegio, etcétera.”
Se cree que el grooming solo es realizado por un hombre de avanzada edad, según el psicólogo Andrés Marín “si una persona de 20 años hace esto con una persona de 13 años, es grooming. Señalo esto porque a veces se piensa que los abusadores sexuales presenciales o por internet, son gente mayor, fea y desagradable, pero a veces son personas jóvenes y atractivas”.
Otro concepto asociado es la sextorsión, una actividad delictiva donde se utiliza material sexual de alguna persona para chantajearla. Generalmente lo que hace el extorsionista es pedir dinero o más material sexual, a cambio de no divulgarlo en internet. Las víctimas de esta práctica delictiva “no necesariamente son menores de edad” explica Andrés.
La pornovenganza es la utilización del material obtenido mediante el sexting, generalmente entre parejas que terminan mal una relación, según el docente e investigador “este es un fenómeno reciente y grave. Una de las dos partes decide poner en internet, sin consentimiento de la otra persona, esas fotos y esos videos. No la extorsiona, sino que directamente lo publica.”
Con este abrebocas queremos invitarte ver la conversación Sexting, grooming y sextorsión. ¿A qué riesgos nos enfrentamos con las nuevas relaciones a través de Internet? con el psicólogo Andrés Marín-Cortés, cofundador de Psico-Redes.
Por Henrry Valencia Rojas
Un comentario
Pingback: ¿Cómo controlar lo que ven tus hijos en YouTube? – Mi Comuna Dos