Lo que no aparece en la postal: Invisibilidades del turismo en la Medellín popular

En la actualidad, el turismo se ha convertido en uno de los principales sectores de la economía de Medellín. según datos del Sistema de Inteligencia Turística – SIT entre enero y agosto de 2025 han ingresado por punto migratorio del Aeropuerto Internacional José María Córdova, 1.341.525 personas, lo que significa un incremento del 12.5% con respecto al mismo periodo de 2024. Adicional a ello, se han recaudado en el Impuesto de Industria y Comercio – ICA por las actividades asociadas al turismo y entretenimiento alrededor de 58.234 millones de pesos, lo que refleja la magnitud de esta actividad para la ciudad.

Desde 2016, un grupo de investigación de la Universidad de Antioquia llamado Medio Ambiente y Sociedad, se dio a la tarea de indagar y conocer el fenómeno del turismo en barrios populares de Medellín. Liliana Sánchez Mazo investigadora principal nos cuenta que: “Esta investigación obedece a un proceso desde finales de 2016. El propósito en aquel entonces se centró en conocer cómo la presencia en los barrios de ese “actor”, el turista, desafiaba las dinámicas urbanas populares, a medida  que profundizábamos dicha cuestión, se abrió un panorama mayor. Así, dimos paso a nombrar el turismo como fenómeno y práctica necesaria de estudiar. Fue emergiendo un camino largo de necesidades de conocimiento y acción”. 

A esta investigación se han vinculado estudiantes de pregrado y posgrado, entre ellas María Alejandra Escobar, su trabajo se había centrado en víctimas del conflicto armado en la comuna 13, sin embargo, dice “veía con preocupación que las crecientes prácticas de turismo en la comuna a partir de intereses económicos se estaban circulando discursos y prácticas que incluso atentaban contra la dignidad de las víctimas, entonces encontré en la investigación una forma de hacer algo al respecto.”

¿Por qué centrarse en barrios populares?

Sánchez y Escobar que han investigado el tema, advierten grandes transformaciones en barrios en los que se instalaron prácticas de turismo. Esto debido a que son sitios que no eran destinados para tal fin, pero además nunca fueron preparados para el volumen de turistas que actualmente reciben. 

Por ejemplo, desde el año 2022, uno de los puntos turísticos más visitados de la ciudad ha sido las Escalaras Eléctricas en la Comuna 13, entre 2022 y lo corrido de 2025 han ingresado 6.955.301 turistas, 2,4 veces más que al parque Arví y 3,5 veces más que al Jardín Botánico que fueron los destinos predilectos de la ciudad. Esto no solo significa una derrama de dinero, sino también casi siete millones de personas que presionan los recursos sociales, culturales y naturales con los que cuenta ese sector de la Comuna 13.

Además, como lo Expresa Escobar “Encontramos con facilidad discursos que ponen el turismo como indicador de cambio en los territorios, todo está muy bien porque los extranjeros vienen y se sienten seguros y todo va estar mejor porque el turismo trae intercambio cultural y dinamiza la economía. Pero hay otros aspectos sobre los que poco se habla y que toca escarbar un poco más para identificarlos…”

A esto último es lo que las investigadoras nombran como invisibilidades, aspectos que no son evidentes, no se nombran o como dice Sánchez “estas tienen que ver con cambios, transformaciones, impactos que no operan solo en el plano físico, material, fáctico, que no se observan únicamente en cifras indicativas de crecimiento.”

¿Cuáles son estas invisibilidades? 

Esta investigación advierte afectaciones sociales, como que el turismo esconde otras identidades, fragmenta el tejido social, mercantiliza la memoria, entre otras. También individuales, tales como, afectaciones psicológicas. 

• Tejido Social: La desaparición y fractura de organizaciones y colectivos sociales en las comunas y barrios a causa del turismo, es una de las afectaciones más resonantes, sin embargo, poco se discute las repercusiones sobre esto. La desaparición del tejido vecinal a causa de disputas entre vecinos o su obligado desplazamiento del barrio por la nueva dinámica comercial.

• Mercantilización de la memoria: Mucho del interés de los turistas en los barrios populares se centra en la memoria e identidad de sus habitantes, la construcción del barrio, la resistencia frente al conflicto armado, la solidaridad y creatividad de quienes habitan allí, así como la nombrada transformación de Medellín. Sin embargo, a raíz del creciente fenómeno esta se mercantiliza, es decir, se convierte en un producto, a través de relatos e historias que no siempre hacen sentido a la realidad. 

  Así lo muestra el relato de una mujer víctima del conflicto armado: “Lo más doloroso, lo que no olvido, es que un día escuchamos una guía turística, con un grupo de personas pararse en la puerta de la casa, señalar hacia la Escombrera y decir “Allá es donde dicen que hay desaparecidos, pero eso no es verdad, algunas mujeres dicen eso para obtener alguna reparación económica del gobierno, pero no es cierto”.

• Esconde otras identidades populares: A través del marketing urbano, se posicionan en Medellín muchos lugares turistificados en barrios populares. Esos discursos reducen de manera representativa otros barrios circundantes, sus potencialidades pero también sus dificultades. Sánchez lo explica “[los barrios] se convierten en fácil objeto de marketing urbano usado en la publicidad de plataformas y redes sociales por cantantes famosos, artistas, políticos, en publicaciones en revistas fashion, en series de televisión. La invisibilidad, en este caso, esconde múltiples identidades culturales y tragedia territorial de barrios con niveles de pobreza, violencia y precariedad extrema.”

• Afectaciones psicológicas: Un tema poco investigado sobre el turismo son las afectaciones psicológicas para la población local, Escobar expresa que, hay un aumento de los estresores en los barrios turistificados, aumento del ruido, dificultades de movilidad o sentirse atrapado en su propia casa son causantes de ello. Otro asunto que esta investigadora advierte es la aparición de disonancia cognitiva, que se da cuándo aparecen ideas y sentimientos contradictorios o ambivalentes, por ejemplo, sentir al mismo tiempo orgullo e insatisfacción de su barrio. “Muchas cosas buenas que resaltar del barrio, aclarando que no todo es bueno y que en temas sociales nos sigue faltando mucho, además, veo con preocupación que entre más turistas llegan menos vecinos se apropian de la calle, nos sentimos invadidos, aparecen problemas de basura, el ruido, tantas cosas.” 

En últimas, como unas de las conclusiones de estas investigaciones se puede plantear que, el turismo en la Medellín popular no es un fenómeno que pueda leerse únicamente desde las cifras de crecimiento o desde la imagen colorida que se proyecta hacia afuera. Detrás de la postal persisten tensiones, impactos y silencios que afectan la vida cotidiana de miles de habitantes. Reconocer estas invisibilidades no significa negar los beneficios económicos o culturales del turismo, sino abrir la conversación sobre cómo hacerlo de manera más justa, equilibrada y respetuosa con los territorios. Solo así será posible que el desarrollo turístico no se convierta en una nueva forma de desigualdad, sino en una oportunidad real para fortalecer la ciudad desde sus barrios y sus comunidades.

Por Christian Álvarez López