Mi Comuna Dos Periódico Comunitario
A veces como madre es muy difícil hallar y neutralizar todos los peligros que acechan a nuestros hijos. Como ocurre en la intersección que une las quebradas La Francia y La Herrera, donde un peligro inminente está a punto de generar una tragedia.
Cada día al salir de casa hay miles de situaciones esperándoles. Para ellos que son niños, no existe el riesgo, no hay límite, “desafían la gravedad” como me decía alguien. Pero no solo es a la gravedad si no muchas otras cosas que no son visibles para ellos. Varias de ellas están ocurriendo justamente donde confluyen estas dos quebradas. Los niños se dirigen al lugar para realizar sus juegos ya que hay zona verde, pero a la vez también están las quebradas y una zona boscosa que son un peligro.
La quebrada La Francia es una canalización en la que sin importar la hora del día o el clima, fluye un alto caudal como si se vaciara un tanque o una piscina. En muchísimas ocasiones habitantes del sector han tenido que intervenir para evitar un accidente, ya que algunos niños se aprovechan de lo solitario del terreno para hacer matoneo: meten a los más pequeños dentro de la canalización dejándolos allí por varios minutos.
También la zona boscosa, al otro lado de la quebrada es un sitio que se presta para cualquier tipo de situación. Hemos visto como niños de tan solo 12 o 13 años se camuflan entre la vegetación para consumir alucinógenos (marihuana) e incluso tener contactos de índole sexual, que aunque no pasen de besos y tocamientos, es un tema muy grave que debemos atender. Los chicos que van a este sitio también insultan y agreden a la comunidad cuando estos, en pro de evitar incidentes graves, intervienen en sus actividades.
Esta problemática se denunció ante el antiguo rector de la Institución Educativa Manuel Uribe Ángel, ya que varios niños llevan el uniforme de este colegio y que al parecer no asisten a clases para quedarse en este lugar. Hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta o solución.
Es hora de tomar cartas en el asunto como adultos, padres y como comunidad. Debemos atender este problema lo más pronto posible y buscar que las autoridades competentes nos brinden una solución, de lo contrario, más adelante será inevitable una tragedia. Los niños por ser niños no advierten la magnitud del peligro, pero nosotros como adultos debemos comprender que ellos están en riesgo y la solución está en nuestras manos.
No esperemos que ocurra un incidente grave, que un día escuchemos que uno de nuestros niños fue arrastrado por la corriente o que terminaron lastimados en medio de sus juegos, y más grave aún, que alguno de ellos sea agredido sexualmente por personas indiscriminadas que se aprovechan de este tipo de lugares y situaciones para hacer de la suyas. Es hoy cuando hay que actuar, después puede ser demasiado tarde.
LOS NIÑOS SON EL PRESENTE Y EL FUTURO DE NUESTRA SOCIEDAD, PROTEJAMOS SU INTEGRIDAD PARA PODER VER UN MAÑANA CON MAS SUEÑOS Y MENOS DOLOR.
Por Sonia Cardona
