Mi Comuna Dos Periódico Comunitario
Ser cantante, músico y fuente de admiración no ha sido tarea fácil para Benjamín Rodríguez, un referente de resiliencia y vida en la Comuna 2 – Santa Cruz, capaz de superar todas las adversidades que ha tenido durante sus 11 años de vida.
En una de las típicas calles de la Comuna 2 Santa Cruz, comenzó a escribirse la historia de Benjamín Rodríguez, un pequeño niño de 11 años, con cabello largo y de crespos definidos, tan brillantes como su personalidad. Cuando habla transmite felicidad y tranquilidad pero cuando canta motiva a los demás con su talento, constancia y disciplina. Permite reconocer que no hay límites para los sueños.
Desde antes de su nacimiento Benjamín ha estado luchando por vivir. Sandra, su madre, tenía una enfermedad que le impedía dar a luz. Pese a esta dificultad y contra los pronósticos, queda en embarazo y le permite Benjamín tener una oportunidad en este mundo.
Durante el embarazo Sandra tuvo algunas complicaciones. El día del nacimiento de Benjamín estuvo cargado de curiosidades: faltando 10 días para cumplir los siete meses Sandra siente que es el momento y se desplaza a la Unidad Intermedia Santa Cruz, al revisarla, los médicos deciden remitirla a la Piloto, en aquel lugar no la quisieron recibir por que no tenían forma de tratar este parto, por esta razón llegó a la Clínica del Prado, donde nació Benjamín. Nació con insuficiencia respiratoria y estuvo en cuidados intensivos durante varios meses. El médico le contó a Sandra que Benjamín tenía el Síndrome Dismórfico, por lo tanto era necesario desarrollarle varios exámenes para verificar el estado de su cerebro, pulmones y corazón. Sandra solo pudo verlo hasta el tercer día de su nacimiento.
Después de ser llevado a Neonato le practicaron varios exámenes, entre esos la revisión del ortopedista Carlos Arazá, quien le manifiesta a Sandra que la condición de Benjamín tendría solución. Al nacer, Benjamín tenía las manos enrolladas y los pies de equino. Por esta razón le realizaron varios procedimientos para que mejorara su movilidad y condición física. Otra de las complicaciones fue la conocida como Pectus Excavatum, donde sus costillas ponían en riesgo su corazón, por eso le realizaron una operación para contrarrestar esta deformidad congénita.
De esta manera Benjamín ha luchado por su vida desde antes de nacer. Su niñez se ha caracterizado por sobreponerse a las 12 operaciones que le han practicado y cada una de ellas es un motivo de vida para seguir haciendo lo que más le gusta: cantar. Se encuentra en clase de clarinete, coro de cámara y piano, se divierte y le apasiona la música; su sueño es poder convertirse en un gran artista y compartir su talento con el mundo, en esto centra gran parte de su vida.
El canto se ha constituido en una herramienta para despejar el alma, para dejar volar su imaginación y para creer en el futuro; poco a poco ha ido desarrollando este talento, ya que es parte del coro infantil de cámara de la Corporación Sirenaica, donde ha ido afinando su voz.
En el año 2014 Benjamín se presentó por primera vez al Festival Escolar después de ganar la eliminatorias en su colegio, luego las zonales y a la gran final, donde se hizo acreedor del segundo lugar.
Un mes después de haber practicado la cirugía número 12 en su columna obtuvo el primer lugar en la categoría infantil. A través de su participación en el Festival Escolar de la Canción por la Paz y la No Violencia en octubre de 2015; evento realizado en el teatro Lido, con jurados reconocidos en el ámbito musical cómo Fausto. En este certamen superó a 12 niñas y niños de otras instituciones educativas.
Por sus diferentes talentos y habilidades, en especial las musicales, la Corporación Eleéo realizó un corto audiovisual, con la interpretación de Vientos de Cambios de la agrupación Scorpions. Esto ha contribuido a reconocerlo como un niño lleno de magia y gracia, que lo ayuda a conectarse con otras personas.
Su familia se ha esforzado para brindarle un ambiente seguro y lleno de amor para su crecimiento. Han tenido que abordar varias tutelas para que le puedan realizar las operaciones y acudir a derechos de desacato para seguir salva guardando la vida de Benjamín.
Su abuela Rocío, una mujer luchadora, no se separa de él, lo lleva a la escuela, al coro y siempre lo acompaña a los conciertos. Su madre Sandra, es trabajadora, siempre dispuesta a darle un mejor futuro. Alonso, su padre, quien es la figura que inspira a Benjamín para luchar y esforzarse día a día. Su hermano Helmut, joven ciclista seguidor de los pedalazos de Nairon Quintana y Rigoberto Urán. Se ha convertido en su fiel amigo. Por último su padrino Javier buen conversador y compañero de caminos de Benjamín.
Por todas estas razones Benjamín se ha convertido en un extraordinario caso, por su historia, por sobreponerse resilientemente a las dificultades que se le han presentado, por luchar para mantenerse en el mundo, por evolucionar frente a las cirugías desarrolladas, porque la música se ha convertido en una razón fuerte y de impulso, donde explotan todos esos sentimientos y expresiones que canalizan su vida a través de ella.
Así como Benjamín, también hay niñas y niños extraordinarios en la Comuna 2 y en la ciudad de Medellín, los cuales viven a diario afrontando diferentes circunstancias negativas y fenómenos sociales. Muchos de ellas y ellos son muestra de una resiliencia infantil plasmada desde el deporte y las artes, convirtiéndose en seres mágicos, llenos de alegrías y de esperanza.
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